“Como miembro de los Uveros The Sinarcas Rock Band, que participaba de algún modo en dicho evento, voy a escribir esta crónica como un todo; ya que si intento deslindar la parte de testigo de la de protagonista (frustrado) puede resultar algo difícil...
Bien, pues resulta que gracias a la oportunidad que José Abellán de la revista, foro y club de fans oficial en España de Roger Waters y Pink Floyd nos brindó tan generosamente, a pesar de nuestra modesta categoría musical en comparación a otros cover bands, nos vimos – al final de una semana de locura en cuanto a cancelaciones de otras actividades y compromisos – formando parte de lo que sería el concierto de Waters en Atarfe, Granada.
Una vez asimilada la responsabilidad y el reto que ello suponía, llegamos a Atarfe a media tarde del día del concierto, pues éramos nada menos que la banda si no teloneros, sí los que iban a amenizar el rato previo al concierto y luego otra actuación al final del de Roger Waters.
Las horas de viaje desde diversos puntos de partida (Valencia, Tarragona) fueron una paliza y algún miembro del grupo no llegó hasta pasadas las ocho de la tarde, hora en la que se suponía que ya debíamos estar tocando.
El escenario era muy bueno y el equipo mucho mejor de al que normalmente estamos acostumbrados. ¡Si tan sólo hubiese tenido techo o carpa! La gente que lo montaba muy maja y el momento de probar sonido llegó... pero se tuvo que interrumpir porque dios en persona empezaba sus pruebas de sonido en el estadio y nos tocaba callarnos.
Más adelante ya se vio claro que no íbamos a tocar antes del concierto de Roger (ya los 20.000 espectadores iban entrando al campo en largas filas), así que ya pasamos al campo acompañados de nuestro mentor José Abellán, artífice de que formásemos parte de aquello.
Nos separamos de él ya que el estaba con su familia en otra zona del campo y pronto comenzó el mayor espectáculo del mundo, con su impecable puntualidad.
Fue apareciendo la gente sobre el escenario, muchos ya sabíamos los pequeños cambios en la formación: ausencia de Andy F-Low y Katie Kisson, e incorporación de Chester Kamen (buenos recuerdos del concierto de 2002) y la vocalista Sylvia Mason-Jones.
El ambiente se volvió electrizante cuando Roger saludó unos segundos antes de IN THE FLESH...y enseguida estalló el éxtasis, el tema sonó rotundo como siempre y las ovaciones y gritos fueron tremendos... seguidos de las sonrisas de complicidad cuando falló el sonido entero del estadio y se quedó solo el que oían de monitoraje la propia banda. Roger sonrió e hizo gesto de que (metafóricamente) algún enchufe había fallado y pronto se arreglaría.
MOTHER, ya con sonido recuperado a continuación... tranquila, para relajarse, preciosas las voces.
Con SET THE CONTROLS el transporte a otra época (40 años atrás, casi nada) fue inevitable... pura belleza musical, música psicodélica en estado puro, apocalíptico el solo de guitarra (Snowy casi furibundo en sus rasgueos) y no menos etéreo y sideral el saxo soprano.
En SHINE ON se aprecia cuánto contribuyen a la música las imágenes de la pantalla. Los verdaderos fans sabemos que el homenaje a Syd Barret es hondo y sentido.
Aunque Welcome to the Machine es para mí una de las canciones más alucinantes de los Floyd, HAVE A CIGAR tampoco es precisamente un menor: ya sabéis, el tema que Roger siempre lamentó no haberla cantado él mismo en el disco original. Sonó contundente, cañera, sin concesiones; uno de los mejores temas del concierto. Aunque no hay que olvidar que las giras de Roger 84-87 el tempo era mucho más rápido, aunque menos cañera.
Los efectos de luces, las proyecciones seguían dando al concierto su toque único...
WISH WERE YOU HERE sonó como lo que pasará a la historia: el himno entrañable de Pink Floyd, que siempre remitirá a Syd Barret.
El acústico de SOUTHAMPTON DOCK cumple su papel en darle un momento de relax al concierto y sonó como lo que es: una preciosa balada cantada por Roger con sentimiento y convencimiento. Y es que hay cosas en The Final Cut que no tienen nada que envidiar a la música clásica. Atención a la tremenda categoría musical de The Gunner’s Dream y la canción The Final Cut.
A estas alturas del concierto me iba fijando en los cambios instrumentales: cuando alternaba Kamen entre bajo y guitarra o Jon Carin usaba la suya... más adelante hubo momento en que me perdí: ¿quién toca el bajo en Leaving Beirut?
En algunas hay dos bajos a la vez. (Dark Side).
PERFECT SENSE debe ser aún más apoteósico en los conciertos fuera de España, la gente entiende más la letra y se une al éxtasis de la segunda parte... aquí tampoco desmereció dada la categoría musical de la canción. PP Arnold, como siempre, la borda.
Todavía no distingo bien por su cara a Kenyon de Katie Kisson; esta vez desde mi sitio en el campo vi bien a la chica nueva: Silvia Mason-Jones. Aunque no se le veía bien desde mi sitio, hay que reconocer que cuesta reconocer a Robinson Crusoe, digo, a Harry Waters... al que tuve el placer de ver por duplicado en el 2002: Lisboa (autógrafo) y Barcelona (estrechón de manos). Ya podéis imaginar... a falta de poder llegar hasta el padre...al menos fui a la caza y captura del hijo.
LEAVING BEIRUT es una estupenda canción cuyo disfrute no se ve perjudicado por su larga duración. La gente la siguió y es otro de los méritos de Roger usar el formato cómic para explicarla. El mensaje político es sincero y estoy convencido que la mayoría de la gente lo comparte.
No recuerdo exactamente el momento en que empezó a llover... nos lo temíamos, y ocurrió. La mayoría de la gente no iba preparada, incluido yo. El paraguas de la mujer de nuestro batería me salvó de acabar totalmente empapado.
El turno de SHEEP, no hay que olvidar que en anteriores giras la elegida fue Dogs, pero es que simplemente con este tema el estadio se viene abajo: brutal, tremendo... deja al fan anonadado, los teclados, las guitarras. Cada fan tiene su tema favorito del álbum, y creo que éste en directo simplemente se sale.
Entonces ocurrió: el cerdito hinchable iba a empezar su periplo, ¡pero no llegó a despegar! (debió deberse a la lluvia? )Y el público empezó a montar un juego en el que lo iban desplazando empujándolo por encima de las cabezas de la gente. La sensación a mitad de concierto: entre la lluvia, el temazo de Sheep y este enorme cerdito rosado que se iba acercando...A los pocos minutos, el público demostró que el ser humano tiene que devorarlo todo y que se estima en mucho cualquier recuerdo de lo que sea: un trozo del muro de Berlín... o un trozo de plástico de un globo-cerdito. Al poco rato no quedaba rastro de él. Al acabar Sheep, Roger había pedido al micro: “Soltadlo, soltadlo!” pero iba a ser que no.
En algún momento del descanso volvió nuestro batería Txuspi con lo que se revelaría como verdaderas malas noticias: los técnicos estaban desmontando nuestro escenario por la lluvia.
Tras el descanso reapareció la banda y Roger comentó su agradecimiento por el público tan estupendo que éramos... yo pensé para mí: debe costar decir eso sabiendo que la gente había reducido a trizas su simpático cerdito. Sobre él había habido slogans como “Todas las religiones nos dividen”, que me gustó particularmente.
DARK SIDE fluyó como la obra maestra que es. TIME estupendo, aunque no es para tanto con la intro de Graham Broad, ya la conocemos y tal, pero los fans neófitos y los de la 1ª vez alucinaron. GREAT GIG IN THE SKY inmenso como siempre, con la voz de Carol Kenyon en las 3 partes. Qué maravilla compusiste, Rick Wright!
MONEY tremenda de nuevo, con los trepidantes solos de guitarra.
US & THEM, en la que los vídeos son tan estupendos.
La lluvia ya había parado y afortunadamente no hacía mucho frío. BRAIN DAMAGE y ECLIPSE cerraron la obra maestra del siglo XX. Aunque para algunos como yo THE WALL también tiene dicha categoría. Recién llegados: escuchad también THE FINAL CUT, AMUSED TO DEATH, MEDDLE y PIPER AT THE GATES OF DAWN y veréis lo que es bueno.... sin olvidar el álbum completo WISH YOU WERE HERE.
Acabó el concierto supuestamente, Roger presentó a la banda y algún recién llegado pensaría “ya está”. No. Roger es generoso y toca hasta 5 temas como bises. Y tampoco conozco a muchos rockeros cuyo concierto dure 3 horas menos cuarto!
El 2ª LADRILLO fue cantado por “todo el mundo”. Otro himno que perdurará durante siglos. VERA es un lujo de oír en un concierto en 2008. Hasta me encanta la música de los 40 que pone previamente al principio sobre la base del vídeo del whisky, cigarrillo y avión. También me encantó la que se quedó sonando una vez acabado el concierto. ¿Tal vez de la propia Vera Lynn o alguna otra cantante de su época?
BRING THE BOYS tremenda, ya los efectos luces y explosiones iban “in crescendo”, y la luminosidad en el escenario era mucho mayor.
Y por fin, para muchos como yo: LA MEJOR CANCIÓN DEL SIGLO XX: COMFORTABLY NUMB. Sobran comentarios, qué suerte para la humanidad que Gilmour y Waters, aunque con algunos puntos de vista encontrados, consiguieron sacar este tema adelante. La rueda de solos tal vez un poco corta y sin la perfección del propio Gilmour, pero el pedazo de canción ahí queda como legado para la humanidad y tal vez otras razas extraterrestres.
Y se acabó. La gente desmelenada y en su mayoría bien mojada salimos del estadio. No hice caso ni pensé el típico rollo de “ultima vez o última gira”. Me da la risa pensando que empecé a engancharme a los Floyd en 1983 aproximadamente, cuando más o menos estaban ya separados y pensaba que nunca los iba a ver nunca en directo. Salvo a Barret, claro, han sido los 4 conciertos de Pink Floyd en España, Waters en Barcelona y Lisboa en el 2002, Waters en Barcelona en 2007 y ahora éste (del que en cierto modo mi grupo tributo y yo íbamos a formar parte de algún modo, con permiso de la lluvia). Aparte de algunas visitas, encuentros breves y algún autógrafo.
Y el bueno de Roger aún puede dar mucho más de sí. Su forma física – a pesar de un rostro que no oculta el paso de los años – pasa por buena, y tras un lapso del 87 al 99 sin tocar, parece que el gusanillo aún le dura y aún puede que le veamos en concierto con nuevo disco o su material de siempre.
Salimos del campo y llegó la decepción: con la lluvia ya hubiera sido peligroso tocar en el escenario que ya prácticamente estaba desmontado. Y bueno, a empezar a asimilar que no íbamos a tocar 2 horas de “after show” para un público exigente y más numeroso del que nunca hayamos tocado.
Supongo que con la inspiración del concierto habríamos ofrecido interés con nuestro repertorio de versiones de Pink Floyd para la gente que quería prolongar la fiesta. Otra vez será. No será, pero bueno...
Nos queda el consuelo de haber estado con el gran José Abellán (gracias por todo, chaval), de conocer a otros fans, de vivir un ambiente indescriptible en torno a un músico que para algunos como yo tiene carácter de dios, de disfrutar de un bonito paisaje y alojamiento rural estupendo. De pasar unas horas estupendas con todas las esposas, novias, técnico de sonido, amigo concejal de nuestro pueblo Sinarcas (Valencia) y otros acompañantes y sobre todo de tal vez pasar a la historia como la banda tributo a la que el genio Roger Waters les mandó callar (con nuestras pruebas de sonido) cuando él iba a empezar las suyas. Todo un honor, podéis creerme.
Ahora, descansar de la paliza de viaje, quedarse “comfortably numb”, atesorar los recuerdos y tener el regusto de haber formado parte de algo grande.
Benito J. Pérez “Beni” (teclista, ocasional bajista, ocasional temerario cantante y otros menesteres en Los Uveros, The Sinarcas Rock Band) 13 / V / 2008
Bien, pues resulta que gracias a la oportunidad que José Abellán de la revista, foro y club de fans oficial en España de Roger Waters y Pink Floyd nos brindó tan generosamente, a pesar de nuestra modesta categoría musical en comparación a otros cover bands, nos vimos – al final de una semana de locura en cuanto a cancelaciones de otras actividades y compromisos – formando parte de lo que sería el concierto de Waters en Atarfe, Granada.
Una vez asimilada la responsabilidad y el reto que ello suponía, llegamos a Atarfe a media tarde del día del concierto, pues éramos nada menos que la banda si no teloneros, sí los que iban a amenizar el rato previo al concierto y luego otra actuación al final del de Roger Waters.
Las horas de viaje desde diversos puntos de partida (Valencia, Tarragona) fueron una paliza y algún miembro del grupo no llegó hasta pasadas las ocho de la tarde, hora en la que se suponía que ya debíamos estar tocando.
El escenario era muy bueno y el equipo mucho mejor de al que normalmente estamos acostumbrados. ¡Si tan sólo hubiese tenido techo o carpa! La gente que lo montaba muy maja y el momento de probar sonido llegó... pero se tuvo que interrumpir porque dios en persona empezaba sus pruebas de sonido en el estadio y nos tocaba callarnos.
Más adelante ya se vio claro que no íbamos a tocar antes del concierto de Roger (ya los 20.000 espectadores iban entrando al campo en largas filas), así que ya pasamos al campo acompañados de nuestro mentor José Abellán, artífice de que formásemos parte de aquello.
Nos separamos de él ya que el estaba con su familia en otra zona del campo y pronto comenzó el mayor espectáculo del mundo, con su impecable puntualidad.
Fue apareciendo la gente sobre el escenario, muchos ya sabíamos los pequeños cambios en la formación: ausencia de Andy F-Low y Katie Kisson, e incorporación de Chester Kamen (buenos recuerdos del concierto de 2002) y la vocalista Sylvia Mason-Jones.
El ambiente se volvió electrizante cuando Roger saludó unos segundos antes de IN THE FLESH...y enseguida estalló el éxtasis, el tema sonó rotundo como siempre y las ovaciones y gritos fueron tremendos... seguidos de las sonrisas de complicidad cuando falló el sonido entero del estadio y se quedó solo el que oían de monitoraje la propia banda. Roger sonrió e hizo gesto de que (metafóricamente) algún enchufe había fallado y pronto se arreglaría.
MOTHER, ya con sonido recuperado a continuación... tranquila, para relajarse, preciosas las voces.
Con SET THE CONTROLS el transporte a otra época (40 años atrás, casi nada) fue inevitable... pura belleza musical, música psicodélica en estado puro, apocalíptico el solo de guitarra (Snowy casi furibundo en sus rasgueos) y no menos etéreo y sideral el saxo soprano.
En SHINE ON se aprecia cuánto contribuyen a la música las imágenes de la pantalla. Los verdaderos fans sabemos que el homenaje a Syd Barret es hondo y sentido.
Aunque Welcome to the Machine es para mí una de las canciones más alucinantes de los Floyd, HAVE A CIGAR tampoco es precisamente un menor: ya sabéis, el tema que Roger siempre lamentó no haberla cantado él mismo en el disco original. Sonó contundente, cañera, sin concesiones; uno de los mejores temas del concierto. Aunque no hay que olvidar que las giras de Roger 84-87 el tempo era mucho más rápido, aunque menos cañera.
Los efectos de luces, las proyecciones seguían dando al concierto su toque único...
WISH WERE YOU HERE sonó como lo que pasará a la historia: el himno entrañable de Pink Floyd, que siempre remitirá a Syd Barret.
El acústico de SOUTHAMPTON DOCK cumple su papel en darle un momento de relax al concierto y sonó como lo que es: una preciosa balada cantada por Roger con sentimiento y convencimiento. Y es que hay cosas en The Final Cut que no tienen nada que envidiar a la música clásica. Atención a la tremenda categoría musical de The Gunner’s Dream y la canción The Final Cut.
A estas alturas del concierto me iba fijando en los cambios instrumentales: cuando alternaba Kamen entre bajo y guitarra o Jon Carin usaba la suya... más adelante hubo momento en que me perdí: ¿quién toca el bajo en Leaving Beirut?
En algunas hay dos bajos a la vez. (Dark Side).
PERFECT SENSE debe ser aún más apoteósico en los conciertos fuera de España, la gente entiende más la letra y se une al éxtasis de la segunda parte... aquí tampoco desmereció dada la categoría musical de la canción. PP Arnold, como siempre, la borda.
Todavía no distingo bien por su cara a Kenyon de Katie Kisson; esta vez desde mi sitio en el campo vi bien a la chica nueva: Silvia Mason-Jones. Aunque no se le veía bien desde mi sitio, hay que reconocer que cuesta reconocer a Robinson Crusoe, digo, a Harry Waters... al que tuve el placer de ver por duplicado en el 2002: Lisboa (autógrafo) y Barcelona (estrechón de manos). Ya podéis imaginar... a falta de poder llegar hasta el padre...al menos fui a la caza y captura del hijo.
LEAVING BEIRUT es una estupenda canción cuyo disfrute no se ve perjudicado por su larga duración. La gente la siguió y es otro de los méritos de Roger usar el formato cómic para explicarla. El mensaje político es sincero y estoy convencido que la mayoría de la gente lo comparte.
No recuerdo exactamente el momento en que empezó a llover... nos lo temíamos, y ocurrió. La mayoría de la gente no iba preparada, incluido yo. El paraguas de la mujer de nuestro batería me salvó de acabar totalmente empapado.
El turno de SHEEP, no hay que olvidar que en anteriores giras la elegida fue Dogs, pero es que simplemente con este tema el estadio se viene abajo: brutal, tremendo... deja al fan anonadado, los teclados, las guitarras. Cada fan tiene su tema favorito del álbum, y creo que éste en directo simplemente se sale.
Entonces ocurrió: el cerdito hinchable iba a empezar su periplo, ¡pero no llegó a despegar! (debió deberse a la lluvia? )Y el público empezó a montar un juego en el que lo iban desplazando empujándolo por encima de las cabezas de la gente. La sensación a mitad de concierto: entre la lluvia, el temazo de Sheep y este enorme cerdito rosado que se iba acercando...A los pocos minutos, el público demostró que el ser humano tiene que devorarlo todo y que se estima en mucho cualquier recuerdo de lo que sea: un trozo del muro de Berlín... o un trozo de plástico de un globo-cerdito. Al poco rato no quedaba rastro de él. Al acabar Sheep, Roger había pedido al micro: “Soltadlo, soltadlo!” pero iba a ser que no.
En algún momento del descanso volvió nuestro batería Txuspi con lo que se revelaría como verdaderas malas noticias: los técnicos estaban desmontando nuestro escenario por la lluvia.
Tras el descanso reapareció la banda y Roger comentó su agradecimiento por el público tan estupendo que éramos... yo pensé para mí: debe costar decir eso sabiendo que la gente había reducido a trizas su simpático cerdito. Sobre él había habido slogans como “Todas las religiones nos dividen”, que me gustó particularmente.
DARK SIDE fluyó como la obra maestra que es. TIME estupendo, aunque no es para tanto con la intro de Graham Broad, ya la conocemos y tal, pero los fans neófitos y los de la 1ª vez alucinaron. GREAT GIG IN THE SKY inmenso como siempre, con la voz de Carol Kenyon en las 3 partes. Qué maravilla compusiste, Rick Wright!
MONEY tremenda de nuevo, con los trepidantes solos de guitarra.
US & THEM, en la que los vídeos son tan estupendos.
La lluvia ya había parado y afortunadamente no hacía mucho frío. BRAIN DAMAGE y ECLIPSE cerraron la obra maestra del siglo XX. Aunque para algunos como yo THE WALL también tiene dicha categoría. Recién llegados: escuchad también THE FINAL CUT, AMUSED TO DEATH, MEDDLE y PIPER AT THE GATES OF DAWN y veréis lo que es bueno.... sin olvidar el álbum completo WISH YOU WERE HERE.
Acabó el concierto supuestamente, Roger presentó a la banda y algún recién llegado pensaría “ya está”. No. Roger es generoso y toca hasta 5 temas como bises. Y tampoco conozco a muchos rockeros cuyo concierto dure 3 horas menos cuarto!
El 2ª LADRILLO fue cantado por “todo el mundo”. Otro himno que perdurará durante siglos. VERA es un lujo de oír en un concierto en 2008. Hasta me encanta la música de los 40 que pone previamente al principio sobre la base del vídeo del whisky, cigarrillo y avión. También me encantó la que se quedó sonando una vez acabado el concierto. ¿Tal vez de la propia Vera Lynn o alguna otra cantante de su época?
BRING THE BOYS tremenda, ya los efectos luces y explosiones iban “in crescendo”, y la luminosidad en el escenario era mucho mayor.
Y por fin, para muchos como yo: LA MEJOR CANCIÓN DEL SIGLO XX: COMFORTABLY NUMB. Sobran comentarios, qué suerte para la humanidad que Gilmour y Waters, aunque con algunos puntos de vista encontrados, consiguieron sacar este tema adelante. La rueda de solos tal vez un poco corta y sin la perfección del propio Gilmour, pero el pedazo de canción ahí queda como legado para la humanidad y tal vez otras razas extraterrestres.
Y se acabó. La gente desmelenada y en su mayoría bien mojada salimos del estadio. No hice caso ni pensé el típico rollo de “ultima vez o última gira”. Me da la risa pensando que empecé a engancharme a los Floyd en 1983 aproximadamente, cuando más o menos estaban ya separados y pensaba que nunca los iba a ver nunca en directo. Salvo a Barret, claro, han sido los 4 conciertos de Pink Floyd en España, Waters en Barcelona y Lisboa en el 2002, Waters en Barcelona en 2007 y ahora éste (del que en cierto modo mi grupo tributo y yo íbamos a formar parte de algún modo, con permiso de la lluvia). Aparte de algunas visitas, encuentros breves y algún autógrafo.
Y el bueno de Roger aún puede dar mucho más de sí. Su forma física – a pesar de un rostro que no oculta el paso de los años – pasa por buena, y tras un lapso del 87 al 99 sin tocar, parece que el gusanillo aún le dura y aún puede que le veamos en concierto con nuevo disco o su material de siempre.
Salimos del campo y llegó la decepción: con la lluvia ya hubiera sido peligroso tocar en el escenario que ya prácticamente estaba desmontado. Y bueno, a empezar a asimilar que no íbamos a tocar 2 horas de “after show” para un público exigente y más numeroso del que nunca hayamos tocado.
Supongo que con la inspiración del concierto habríamos ofrecido interés con nuestro repertorio de versiones de Pink Floyd para la gente que quería prolongar la fiesta. Otra vez será. No será, pero bueno...
Nos queda el consuelo de haber estado con el gran José Abellán (gracias por todo, chaval), de conocer a otros fans, de vivir un ambiente indescriptible en torno a un músico que para algunos como yo tiene carácter de dios, de disfrutar de un bonito paisaje y alojamiento rural estupendo. De pasar unas horas estupendas con todas las esposas, novias, técnico de sonido, amigo concejal de nuestro pueblo Sinarcas (Valencia) y otros acompañantes y sobre todo de tal vez pasar a la historia como la banda tributo a la que el genio Roger Waters les mandó callar (con nuestras pruebas de sonido) cuando él iba a empezar las suyas. Todo un honor, podéis creerme.
Ahora, descansar de la paliza de viaje, quedarse “comfortably numb”, atesorar los recuerdos y tener el regusto de haber formado parte de algo grande.
Benito J. Pérez “Beni” (teclista, ocasional bajista, ocasional temerario cantante y otros menesteres en Los Uveros, The Sinarcas Rock Band) 13 / V / 2008